22/8/08

El limbo de la mediocridad

Casi siempre me opongo a ver la vida en términos de blanco y negro. El mundo no es de buenos y de malos, como las películas gringas nos quieren hacer creer. Afuera hay una cantidad de matices, de grises, casi infinita que es justamente la fuente de riqueza y diversidad. Sin embargo, hay algunos aspectos definitivos en los que no se permiten los términos medios.

Nada más determinante que la muerte, nunca se está medio muerto, de la misma manera que es contundente la vida, nunca se está un poquito embarazado, se está o no se está. Con el talento creo que pasa algo parecido, se tiene o no se tiene, los puntos medios no son otra cosa que mediocridad, son intentos frustrados de ser, son pretensiones sin sustento, son ínfulas de buchipluma.Es verdad que la disciplina suma, y mucho. Difícilmente se explota el talento sin la disciplina, aunque casos se han visto, pero la cosa no es de ida y vuelta, como dice el dicho, Lo que natura non da, Salamanca non presta.

¿Qué hacer cuando se es un punto medio en esta situación tan determinante? ¿Qué lugar le queda a quienes sólo son medio tuertos en una tierra donde hay muchos ciegos, pero también videntes completos? ¿De qué sirve estar en ese limbo donde siempre faltan cinco pa’l peso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTE ME GUSTA SE AJUSTA MUCHO A DIFERENTES SITUACIONES Y PERSONAJES QUE NO ENTIENDEN LO BASICO Y CON ESTAS BRILLANTES PALABRAS NI SE DAN POR ALUDIDOS PERO SE LES DICE LO QUE SE LES DEBE DECIR Y PUNTO