Una cita a ciegas, cenar sola, viajar sola, treparme a 5 metros de altura, terminar una relación, renunciar a un trabajo, ser políticamente incorrecta, saltar en parapente o tirarme de un puente, ponerme calzas brillosas o zapatillas en la oficina, tomar cócteles un lunes o a mitad de la mañana de un dia laboral, probar comidas exóticas, ir a la primera función del cine entre semana, o incluso tener un gato (el segundo si me da miedo), deambular por un país extraño, o con desconocidos; todo me lo ha permitido el poder, querer y no tener o superar el miedo.