28/4/09

Buen día

El ambiente se hacía pequeño, como cuando un efecto óptico hace que las paredes se te vengan encima. Me cuesta respirar, entonces salgo y el sol me pega en la cara y el calor de este otoño que se rehúsa a enfriarse, me sobrecoge. Aspiro una buena bocanada y empiezo a caminar sin mirar, intentando que el aire que entra me saque de la cabeza las ideas que ya están borrachas de dar vueltas y vueltas sin parar.

Entro al bar y busco un lugar, un chico lindo me sonríe, y uno no tanto me fija la mirada. Eso siempre ayuda al autoestima, y pienso que me veo mejor de lo que creo.

Miro por la ventana, mientras espero la comida, un carro avanza y retrocede sin parar intentado salir de un espacio cerrado por algún motociclista inconsciente. Sin embargo, no es una tarea imposible, sólo se requiere un poco de destreza.

Pienso que mi día mejora, la escena me recuerda algunos bloopers vistos recientemente y me regodeo del espectáculo en vivo sin consideración, gracias a mi pequeño ego de buena conductora.

De pronto desde la otra mesa viene el comentario argento de los que me gustan: "es una mujer o es un idiota", así, sin anestesia, no puedo dejar de reírme, mi misoginia me hace pensar en que para el caso, son sinónimos.
Sin duda, es un buen día.

17/4/09

Jumanji

De pronto aparece una mujer en el espejo, y la toma desprevenida, la última vez que se fijó era una “jovencita” pretendiendo ser grande, dándoselas de adulta, haciendo todo demasiado pronto, una chica que no terminaba de encajar entre los grandes por falta de experiencia ni entre los pares por creerse grande.

Ahora la mujer se entera, como si se hubiera despertado en medio de un Jumanji: el resultado de las partidas que la niña ha jugado es la realidad con la que tiene que lidiar. Todas esas decisiones, pretensiones, prejuicios, preconceptos, todo eso está instalado, parametrizado, ya fue.

Hay arañas gigantes rondando, arenas movedizas, uno que otro cazador y de vez en cuando se escucha venir una estampida. Con la adultez a cuestas tiene que perfilar el juego, llevarlo hacia mejores paisajes, y ver cómo hace para matar los monstruos o pasarles a escondidas mientras descifra el acertijo para poder cambiar de juego.