Al final del concierto siempre tengo mi favorito, normalmente me terminan de comprar a la hora de los solos, en esos momentos, en que, sus expresiones son casi orgásmicas. No importa el instrumento, cada uno tiene su encanto: los guitarristas tienen complejo de estrellas, los bajistas suelen ser der perfil bajo pero tienen un aire cool que me puede, los bateristas normalmente son divertidos y, a pesar de estar sentados, se mueven con un swing encantador, y así...
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